La enorme bandera española fue llevada por el barco de guerra San Idelfonso durante la batalla de Trafalgar. Sobrevivió más de 100 años a la intemperie y a los ataques de cazadores de souvenirs.
La enorme bandera de la fotografía que ilustra esta nota, y que volvió a ser exhibida brevemente estos días, flameó en dos momentos significativos de la historia británica: En el navío de línea San Idelfonso durante la Batalla de Trafalgar, capturado por la flota británica comandada por el Almirante Nelson, y durante los funerales de este héroe naval británico, en el techo de la catedral St. Paul. En enero de 1806.
Luego del funeral de Nelson la gigantesca enseña española, que permaneció durante una centena de años en St. Paul, y que pertenece a Museo Nacional de la Marina en Greenwich, fue resguardada a causa de su extrema fragilidad y la falta de espacio para colgarla.
La bandera que mide 10 por 14 metros es la más grande en la colección del museo, y para guardarla debió ser sometida a un tratamiento especial, envuelta en papel tissue y puesta en una caja de cartòn especialmente acondicionada para evitar la humedad.
El trofeo de guerra hecho de rugosa lana de baja calidad, tiene el escudo de armas de Castilla y León en el centro y el nombre del barco que la transportaba, y que luego de la batalla fue renombrado como HMS San Idelfonso.
Presenta orificios de bala y está llena de grietas en los bordes. Además, probablemente mientras flameaba en el techo de St. Paul, cazadores de souvenirs armados con tijeras o cuchillos se llevaron trozos de la bandera y dejaron grandes agujeros.
En el Paseo de Pereda de Santander se situa un monumento en honor a los cerca de
500 héroes montañeses que participaron en la Batalla de Trafalgar, erigido en
bronce y obra del escultor Juan José Revuelta.
Ahora que los británicos y nosotros somos coleguis habrá que pedir que nos la devuelvan, y de paso la ponemos a ondear en lo alto del monte Gorbea... :)
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