Cada 7 de enero se homenajea en Roma a los caídos en combate Franco Bigonzetti, Francesco Ciavatta y Stefano Recchioni. Sucedió el siete de enero de 1978. Los dos primeros calleron abatidos ante la sede del MSI (Movimiento Social Italiano) de la calle Acca Larentia, por un comando de pistoleros “antifascistas”, el tercero Stefano, asesinado a quemarropa por los disparos de un capitán de los carabineros.
Tras ser conocido el atentado por parte de los militantes y simpatizantes del MSI, estos se fueron concentrando en torno a la sede para conocer la situación, se vivieron momentos de crispación y rabia por parte de los “misinos” por lo que consideraban una connivencia de las autoridades con las bandas de asesinos antifascistas que campaban a sus anchas en aquellos días por Italia.
Ante la gran concentración de militantes y simpatizantes fascistas en el lugar hizo acto de presencia una dotación de carabineros para controlar la situación. La situación se puso tensa. La gente llora porque está llena de rabia. Basta una chispa. Y el caos estalla cuando un periodista de la RAI presente en el lugar para cubrir el evento tira una colilla de su cigarro sobre la sangre derramada de uno de los chicos asesinados. Los militantes encolerizados inician una marcha por las calles de Roma, pero al llegar al cordón policial no se detienen y se enfrentan a estos, la calle se llena de gritos de Bolla chi Molla (Verdugo quien ceda). De repente entre los heridos hay uno que no se levanta. Es Stefano Recchioni ha sido alcanzado por un tiro de los carabineros, moriría dos días después que sus camaradas.
35 años después del atentado que costó la vida a Franco Bigonzetti, Francesco Ciavatta y Stefano Recchioni en el conocido como "Strage di Acca Larentia" se siguen haciendo homenajes en su memoria.
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