lunes, 4 de marzo de 2013

«Prusianismo y Socialismo», de Oswald Spengler

La obra fundamental de Oswald Spengler fue La decadencia de Occidente, publicada en 1918 y que constituyó un éxito editorial sin precedentes. La tesis de Spengler, muy influido por el biologismo y el vitalismo que campaban en Europa a principios del siglo XX, es que las grandes culturas siguen ciclos vitales parecidos a los de los organismos, con momentos de origen, plenitud, decadencia y muerte. En sus momentos de senilidad las culturas se constituyen en civilizaciones, caracterizadas por el bienestar económico y por la decadencia de la creatividad, la innovación y la capacidad de lucha y de conquista.
 
[…] La figura y la obra de Spengler hay que encuadrarla dentro del movimiento intelectual que ha venido a llamarse Revolución Conservadora, juntamente con Ernst Jünger, Moeller van den Bruck o Werner Sombart.
 
Fueron un conjunto de intelectuales que no militaron en ningún movimiento político, o que si lo hicieron fue durante poco tiempo y escasa relevancia (Junger militó en el nacional-bolchevismo de Ernst Niekisch), pero cuyas ideas tuvieron una notable influencia en la Alemania de entreguerras en particular, y en toda Europa en general.
 
[…] en cualquier caso, el libro de Spengler que presentamos, Prusianismo y socialismo, tiene, en el momento presente, una renovada actualidad. Tras la caída del comunismo, la hegemonía americana en el mundo parece total. La expansión del americanismo se ha traducido en el fenómeno llamado globalización, que consiste en la “libre” circulación de capitales, de mercancías y de personas. La progresiva pérdida de poder de los estados a favor de las grandes corporaciones económicas lleva pareja, no solamente la desaparición de las soberanías nacionales (sin las cuales la democracia es pura pantomima), sino también una progresiva decadencia de “lo público” frente a una rampante privatización de todo, incluso en terrenos como la sanidad o la enseñanza.
 

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