miércoles, 3 de abril de 2013

Nosotros los malditos

"Nuestra fuerza principal reside en el hecho de que nuestra visión del mundo se basa sobre la toma en cuenta de las realidades. Y ello lo es también para la etnopolítica. Contrariamente a otros, nuestra concepción de la identidad tiene por base al factor étnico. El mundo va de tal manera que nos da la razón todos los días.
 
Hemos preferido elegir a la lucidez y las consecuencias que de ello derivan, en el plano del compromiso. A saber que las convicciones no deben ser jamás sacrificadas ante intereses coyunturales, por otro lado ilusorios. Claramente, ello significa que rechazamos todo “compromiso”, todo oportunismo, propuesto bajo el pretexto de que nuestro corpus ideológico nos impide toda perspectiva de “éxito”. Pero, ¿Qué “éxito”? ¿El que consiste, vendiendo su alma por un plato de lentejas, en ser tolerados, admitidos por gente que controla el poder, todos los poderes y que exige que haya que plegarse a los dogmas de lo políticamente correcto si se quiere escapar a la demonización? Un poco por todas partes, en Europa, gente tenida como perteneciente a nuestro campo ha tomado, comprometidamente, el camino sin retorno, el camino de la renegación. Rindiendo vasallaje al cosmopolitismo, al poder del dinero. Convirtiéndose a un aburguesamiento que le lleva a traicionar los compromisos y las luchas de su juventud. No hay que ser “extremista”, ciertamente, si se quiere obtener una plaza (un trampolín…) en el circo democrático. Lamentable pérdida de valores, que no puede inspirar más que el desprecio. Y que no impedirá a los renegados acabar tanto o más como parias para aquellos que les hacen comulgar con ruedas de molino al hacerles vislumbrar un diploma de respetabilidad, aparentemente capaz de abrir las puertas de jugosas carreras.
 
Nosotros, no nos hacemos ilusiones: Estamos, hemos elegido estar en el campo de los “malditos”. Para siempre. Y en él nos encontramos a gusto puesto que es el único sitio en el que uno se cruza con hombres y con mujeres dignos de estima".
 
Pierre Vial

No hay comentarios:

Publicar un comentario