miércoles, 15 de febrero de 2012

Non Nobis Domine

Raza templada, acero...
que Dios quiso hacerte tierra
y es la tierra no es el cielo de ángel
la que llora, gime y sufre y se revienta...
ante el ultraje de su grandeza.

Es la fe la que inspira en esta tierra,
es la fe el secreto de sus hombres
y es la cruz ya fundida en su miseria
la que alienta y da fuerza de gigante
y ante sus proezas deja que rompa
y destroce y juegue con el alma.

Y en el mismo instante...,
si llega el momento,
levanta su vuelo con fe de gigante
y sonríe y sueña y dulcemente duerme
en el encuentro con el carro brillante de la muerte.

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