jueves, 22 de marzo de 2012

François Duprat en el recuerdo

El pasado 18 de marzo, hace 34 años que, François Duprat, nacionalista revolucionario francés, fue asesinado cuando iba camino -junto a su mujer- a la Escuela de Caudebe-en-Caux donde su esposa daba clases. Sus asesinos le robaron la vida a las 08:40h de la mañana, colocaron una bomba en los bajos de su coche aprovechando unos minutos que se demoró en la gasolinera comprando la prensa diaria. Su mujer quedó gravemente herida y paralítica por el resto de su vida. Nadie sabe aun quien cometió ese asesinato, no hay culpables oficales, tampoco interesa averiguarlo.

François Duprat fue escritor, historiador, activista político e ideólogo nacional revolucionario, según los términos del historiador Nicolás Lebourg, en el momento de su desaparición, él era el “número dos del Frente Nacional, o quizá más bien el número uno”.

Duprat era un gran militante. Venido de la exterma izquierda trotskista a los 17 años “pasó el Rubicón”.

En 1957 se adhiere a la Jeune Nation de los hermanos Sidos. En muy poco tiempo se convirtió en el jefe de los estudiantes del Partido Nacionalista. En 1963 obtiene un diploma de altos estudios en historia.

Participa en la sección de Bayonne, en el País Vasco francés, antes de asumir responsabilidades regionales y después nacionales. Con la disolución del movimiento funda la Fédération des étudiants nationalistes (FEN) y adhiere a la Europe Action. Está siempre en los grupos de mayor importancia como por ejemplo en Occident, en el Groupe Union Défense y en Ordre Nouveau. Se adhiere al Front National (Francia) en 1972. Jean-Marie Le Pen lo nombra Secretario General del Movimiento, lugar que desempeñaba hasta el día de su asesinato.

Perseguido por los comunistas, en una ocasión fue sacado de su salón golpeado hasta perder la conciencia, le pintaron todo su cuerpo de rojo y le pintaron la siguiente frase Fascista por ser nacionalista.

Pero Duprat fue también un ideólogo. Fue el principal teórico del nacionalismo revolucionario de los años 70 que barrió toda Europa. Su principal contribución fue el determinar quien era el enemigo principal y el enemigo secundario. Otro de los aspectos importantes de la vida de Duprat fue la capacidad de analizar los nuevos fenómenos de la sociedad en cambio y sobretodo de sus causas. Siguiendo a Maurice Bardeche no dudó en marcar los errores y crimenes de las fuerzas del dinero cosmopolita: el capital apátrida.

Tradujo al francés y publico el libro revisionista “¿Murieron realmente seis millones?” en su país, así como también imprimió el libro “El Misterio de la Cámara de Gas” y colaboró en la difusión del trabajo de Paul Rassinier.

Podemos preguntarnos cómo sería hoy Francia y Europa con él vivo y actuando. Sus enemigos, que son nuestros enemigos, lo conocían bien y por eso lo mataron a él y no a las figuras más mediáticas y más conocidas en la derecha francesa.

Un tiempo antes las ligas judías habían publicado donde él vivía, recorridos habituales, etc. Este asesinato fue reinvindicado por el “Commando du Souvenir” que terminó su comunicado con la famosa frase “No olvidamos Auschwitz” y por el “Grupo Revolucionario Judío”. Es obvio que la policía francesa nunca iba a descubrir a los asesinos.

Fuente: Tribuna de Europa

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