viernes, 6 de abril de 2012

La Pasión de Cristo en Castro Urdiales

Más que celebrar o recordar los últimos días de Cristo lo que hacen es representarlos. El viernes santo, por la mañana, unos seiscientos actores se unen para dar vida a la pasión de Cristo que va pasando por diversos puntos de Castro Urdiales y es seguida por miles de personas, muchas de ellas venidas de fuera de Cantabria dado lo espectacular que resulta este acontecimiento.

La Pasión Viviente comenzó hace 26 años, de la mano de un grupo de participantes en un campamento de verano. La implicación fue tal que pronto consiguieron el apoyo de comerciantes e instituciones. Estos mismos jóvenes fueron los encargados de construir los decorados y vestuarios necesarios para representar las que fueron las últimas horas de Cristo y que se dividen en quince escenas, ubicada cada una de ellas en un punto distinto de la localidad.

La última cena marca el inicio de esta representación que se desarrolla en la iglesia de Santa María y que va moviéndose por todo el casco antiguo de Castro Urdiales. En apenas unos metros se escenifican otras de las escenas más emotivas como la oración de Getsemaní, el Beso de Judas o el Prendimiento de una cruz que pesa unos 40 kilos.

A estos momentos le siguen otros como el juicio del Senado, la negación de Pedro, el arrepentimiento de Pedro o los dos juicios de Pilato, seguidos del de Herodes. Mientras los actores recorren el centro de la localidad se producen alguno de los momentos que más emoción despiertan entre el público asistente, como son las tres caídas que sufre Jesucristo portando la cruz o los encuentros que tienen lugar a lo largo del recorrido con Magdalena, María, Verónica y Cirineo.

Sin lugar a dudas, el final de la escenificación, que dura unas cuatro horas, es el momento culmen de la Pasión Viviente. En el entorno de la Atalaya es donde tiene lugar la crucifixión, muerte, descendimiento y resurrección de Jesucristo.

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